Talento de alto nivel y buenos equipos. Eso es lo que buscan los emprendedores e inversores para apoyar un proyecto empresarial, en el que acertar con los socios -con las personas- resulta decisivo para triunfar.

Encomenda es un pueblo de Galicia en el que están censados 50 habitantes y 250 animales. Encomenda Smart Capital es un Superangel Fund, un fondo dedicado a crear nuevas compañías, a invertir en nuevos proyectos y a asesorar a start up tecnológicas. Encomenda es el pueblo del padre de Carlos Blanco, que ha bautizado así a su último proyecto. Este gallego de 47 años, informático de formación y emprendedor e inversor de carrera y actividad principal, creó su primera empresa cuando tenía 21 años, un portal de fútbol en internert llamado Servifútbol.

Entre 1996 y 1998 vivió la experiencia de lo que él denomina los marcianos de internet: “Éramos muy pocos emprendiendo, y así llegamos al boom de las puntocom de los años 1999 y 2000″.

En 1999 Blanco creó First Tuesday, un proyecto pionero como punto de encuentro entre inversores y emprendedores. Dos años más tarde, en plena crisis tecnológica, quebró su negocio de deportes online y tuvo que vender su piso para pagar las deudas: “Con dos hijos y una esposa me fui a vivir a casa de mis padres y empecé otra vez desde cero”.

Reinventarse

En 2002 fundó Grupo ITNet con 6.000 euros que le prestó su madre. Eran tiempos de nula confianza por parte de los bancos e inversores a cualquier clase de proyecto emprendedor. “El nombre de IT Net es porque no sabía si me dedicaría a las tecnologías de la información o a las redes. Tenía la actitud de emprender, pero no el proyecto. La observación del entorno puede darte la idea, pero ésta no es la clave del emprendimiento. Lo verdaderamente fundamental es la actitud, el equipo y el networking. El éxito, además, se debe al hecho de diversificar y correr riesgos, esto es, tomar decisiones oportunas en momentos adecuados”. Blanco cree que “hoy hay más dinero que buenos proyectos. En realidad, los malos emprendedores se obsesionan con la financiación. El verdadero problema es el talento, pues no es fácil juntar a tres o cuatro personas buenas que monten una empresa”.

En 2004 fundó Mundijuegos, un portal de juegos sociales que sería la base de Akamon, que fue creada en 2011.

Blanco aprendió a no concentrarse en un solo negocio, y en 2007 comenzó su faceta de business angel, que le ha llevado a impulsar start up de alta rentabilidad, como Kantox, Glovo, Corner Job, Meller o Deporvillage.

En 2011, en plena moda de los social games, fundó Akamon. De esta aventura, el emprendedor e inversor saca una conclusión que es toda una enseñanza para quienes crean su propia empresa: “En un nuevo proyecto resulta fundamental acertar con los socios y con los inversores. La mala selección de los socios es el error más repetido entre los emprendedores”.

Hasta que vendió Akamon en 2015 a la canadiense Imperus por casi 24 millones de euros, todo el patrimonio de Blanco estaba invertido en start up, en proyectos propios o de terceros, ya que su estrategia era reinvertir el cien por cien de los beneficios que obtenía en otras empresas.

En 2013, junto con otros siete socios, Blanco creó Conector Startup Accelerator, una aceleradora de start up de base tecnológica especializada en proyectos digitales listos para ser lanzados al mercado. Aquí 84 start up -en Madrid y Barcelona, y pronto en Galicia- junto con las aceleraciones corporativas de Bankia y Seat han recibido más de 15 millones de euros en los tres últimos años, con una tasa de mortandad del 20%.

Nuclio Venture Builder es el sucesor de ITNet, con el que Blanco busca crear nuevas start up. No está en el día a día de las operaciones pero actúa como presidente e impulsor de esta iniciativa que pretende crear entre cuatro y seis start up al año en diferentes sectores. Hoy trabaja en proyectos relacionados con las loterías online, servicios, los seguros, e-health, real estate y educación.

La actividad actual de Carlos Blanco se centra en el superangel fund que ha creado junto con Oriol Juncosa, exdirector de inversión de Nauta Capital. Con él pretende invertir entre 40 y 50 start up al año, en etapas muy iniciales, y el 90% en España.

Blanco explica que “en el caso de los proyectos que tienen que ver con aceleradoras e incubadoras, las posibilidades de éxito se multiplican por 3,6”.